Cuando los multimillonarios construyen sus graneros de comida personal, no podemos ser solo espectadores. Este es un momento para la introspección y la acción colectiva.
Bill Gates es ahora el mayor propietario de tierras agrícolas en los Estados Unidos, con un área de más de 270 mil hectáreas. Jeff Bezos no quería perder, adquirió más de 420 mil hectáreas de tierra.
Los pasos de las puertas y otras cifras no son solo la diversificación de las carteras ordinarias. Cuando las personas con el acceso más sofisticado a la información del mundo comienzan a acumular activos que son la fuente de la vida, debemos preguntar, ¿qué saben y no saben?
La respuesta es una señal sísmica, una alarma de emergencia que se hace eco en las puertas, Bezos y los amigos deben llegar a todas las casas en áreas urbanas, pasillos de políticas gubernamentales y salas de reuniones de empresarios en Indonesia.
Olfateando una crisis
La inversión de Gates y los multimillonarios en el mundo se basa en un análisis de multiplalesis agudos. Primero, la tierra agrícola es una fortaleza de la defensa económica. Los datos históricos demuestran que la tierra agrícola es un activo de valor de inflación superior.
Cuando las acciones pueden caer en picado y la moneda se erosiona, el valor de la tierra y los rendimientos tienden a aumentar. El índice de tierras agrícolas NCREIF en los Estados Unidos, por ejemplo, muestra un rendimiento anual promedio de alrededor del 10.15 por ciento desde 1992, con una volatilidad mucho menor que el mercado de valores. Este es un activo estable, cuando el mundo es turbulento.
Segundo, y el más crucial, es la anticipación de la fragilidad de la cadena de suministro global. Pandemi Covid-19 y los conflictos geopolíticos en varias partes del mundo nos han abierto los ojos, cuán frágil es el moderno sistema de distribución de alimentos.
La guerra contra un continente puede causar escasez de fertilizantes y aumentar los precios del trigo en otros continentes. Gates y los multimillonarios no solo invirtieron. Están construyendo un bote salvavidas de rescate, asegurando el control directo sobre la producción de alimentos en anticipación si realmente ocurre la “guerra de la cadena de suministro”.
Ley de llamadas
Los pasos de Gates y los gigantes globales deben traducirse en tres agendas de acción urgentes para Indonesia.
Para la comunidad, comience a construir un granero de comida familiar. La dependencia total del mercado es una vulnerabilidad. Es hora de que la comunidad, especialmente en las zonas urbanas, construya la independencia de los alimentos a microescala.
Para aquellos que viven con tierras estrechas, la solución está a la vista, la agricultura vertical. Cambiar las paredes vacías en la terraza, el balcón o incluso el interior de los jardines verticales productivos, ya no solo un pasatiempo, sino un paso estratégico.
Plantar vegetales, como lechuga, col rizada, espinacas o chile en una verticalmente no solo satisface algunas necesidades nutricionales diarias, sino que también educa a la generación más joven sobre los ciclos de alimentos y reduce los rastros de carbono familiar. Esta es la base de la seguridad alimentaria que comienza desde la unidad más pequeña, la familia.
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