Mientras escribía su libro más vendido de 2018 Fire and Fury, el autor Michael Wolff pasó siete meses observando los acontecimientos en la Casa Blanca, donde recibió acceso “carta blanca” al presidente Donald Trump y a muchos de sus empleados clave. Fue durante este tiempo que Wolff notó que muchos de los empleados del presidente eran mujeres, y en su mayoría se ajustan a un molde similar: el cabello largo desgastado, las faldas sobre la rodilla, las botas altas y, en la estimación de Wolff, no siempre calificados para los roles que habían asegurado. Sin embargo, no fue solo que todas las mujeres se parecieran entre sí. “Se parecen a Melania”, declaró Wolff sobre las empleadas pasadas y presentes, señalando a Hope Hicks, Alina Habba, Natalie Harp y Margo Martin como ejemplos.