Atenas (Reuters): los trabajadores de seis en el Port Pireo más grande de Grecia, arrestados por presuntamente participar en una cocaína de contrabando de pandillas ocultas en contenedores de envío de América Latina, fueron encarcelados en espera de juicio el viernes, dijeron fuentes legales.
El caso es la tercera investigación desde 2023 que ha llevado al arresto de trabajadores portuarios por cargos de tráfico de drogas.
Los sospechosos, empleados por una empresa privada que maneja las operaciones de carga en el puerto de Pireo, fueron arrestados el lunes. El viernes respondieron a los cargos que incluyen la participación en una organización penal internacional al menos desde 2024, según oficiales de policía. Han negado irregularidades.
Las drogas se ocultaron en contenedores refrigerados cargados de plátanos que fueron enviados desde Ecuador, dijo la policía.
La policía griega dijo que la investigación, que reveló las tácticas de la pandilla e incluyó la vigilancia de sus comunicaciones, fue lanzada después de un aviso por la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos.
El anillo criminal, dirigido por una pandilla albanesa, explotó el acceso de los trabajadores a las instalaciones portuarias y el conocimiento de la carga y descarga de los procedimientos de carga, dijeron los funcionarios de la policía.
Los presuntos miembros de la pandilla tuvieron la tarea de localizar los barcos y extraer las parcelas de cocaína de los contenedores, y uno de ellos estaba en contacto con los compradores de drogas en Albania, agregaron los funcionarios. Se confiscaron tres armas y balas durante la operación.
El abogado defensor Nikos Aletras dijo a Reuters que la investigación inicial fue “apresurada” y que los cargos se agravaron, ya que siete sospechosos comparecieron ante un fiscal el viernes para responder a las acusaciones. Seis de ellos fueron detenidos más tarde pendiente de juicio y se liberó a un séptimo sospechoso.
La producción sudamericana de cocaína ha aumentado en la última década, y los traficantes ayudan a convertir Europa en un gran consumidor y un punto de tránsito para la cocaína. Los países europeos han estado tomando cantidades récord de cocaína anualmente desde 2017.
(Reporte de Yannis Souliotis; escritura de Renee Maltezou; Edición de Diane Craft)